Proyecto de Ley Anti-Sith

«Pero el hecho prevalece, los Sith y sus enseñanzas fueron prohibidos por el Senado. Su mera existencia es una violación a la ley de la República—y con una buena razón.»
―Un comandante de la República durante las Nuevas Guerras Sith[fuente]
En las últimas etapas de las Antiguas Guerras Sith, el Senado Galáctico de la República aprobó un proyecto de ley que prohibía la religión Sith. La ley se propuso como respuesta a la matanza inflingida por los Sith a los habitantes de la galaxia durante la Guerra Civil Jedi que duró desde el 3.959 al 3.956 ABY. La legislación se aprobó y no sólo prohibió la religión, sino todas las organizaciones y gobiernos afiliados, así como las enseñanzas de la filosofía Sith. Permaneció vigente desde el final de la Guerra Civil Jedi hasta las Nuevas Guerras Sith, durante las cuales fue usada como justificación para la batalla de la República contra el Nuevo Imperio Sith y su organización sucesora, la Hermandad de la Oscuridad. Aparentemente fue anulada en algún momento durante la Era Clásica de la República, ya que para el tiempo de las Guerras Clónicas la Constitución Galáctica tenía enmiendas que prohibían específicamente la persecusión basada en la afiliación religiosa. 




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Darth Revan y Darth Malak, cuya guerra contra la República motivó la creación de la ley
Proyecto de Ley Anti-Sith
Fecha propuesta c. 3.956 ABY[1]
Gobierno República Galáctica[1]
Cuerpo legislativo Senado Galáctico[1]
Resultado La religión Sith y sus organizaciones afiliadas son proscritas[1]
Otros individuos importantes
  • Darth Revan
    (Señor Oscuro de los Sith)[1]
  • Darth Malak
    (Señor Oscuro de los Sith)[1]
  •   
    «El Senado aprobó una ley que los ilegalizaba hace unos tres mil años, poco después de que Revan y Malak llevaran destrucción a toda la galaxia.»
    ―Un teniente de la República[fuente]
    Las fuerzas Sith de Darth Malak casi destruyeron a la República durante la Guerra Civil Jedi.
    Tras ser descubiertos por la República en el 5.000 ABY, los Sith se trazaron como meta lograr la destrucción de la República Galáctica y sus guardianes, los Jedi. El proyecto para alcanzar su objetivo comenzó con la Gran Guerra Hiperespacial, y aunque ese intento fracasó, los devotos Sith siguieron impulsando su religión y construyeron organizaciones basadas en la filosofía del lado oscuro. Una y otra vez, los Sith se alzaron para combatir a la República a lo largo del periodo que abarcó las Antiguas Guerras Sith. A pesar de las victorias repetidas de la Orden Jedi y la República, los Sith y las sociedades que establecieron lograron inflingir un gran daño a ambos grupos en cada conflicto.[2]
    En el 3.959 ABY, los Sith regresaron una vez más para combatir a la República en un conflicto conocido históricamente como la Guerra Civil Jedi. Liderado por Darth Revan y Darth Malak, un Imperio Sith recién formado devastó a la Orden Jedi y neutralizó a la República. La victoria aparentemente inevitable de los Sith sólo fue detenida por el mismo Revan, que abandonó el lado oscuro y derrotó a su antiguo camarada, Malak. A pesar de haber sobrevivido a otra batalla atroz con los Sith, la República y los Jedi habían sufrido un daño prácticamente irreparable, y permanecieron en estado de crisis por otros cinco años.[2] Como respuesta a las brutales masacres causadas por Revan, Malak, y sus seguidores, el Senado Galáctico de la República elaboró una ley que tenía el propósito de prohibir la práctica de la filosofía Sith. La ley fue aprobada y puesta en práctica, y desde ese momento quedó prohibido establecer o formar parte de una organización Sith, así como promover la continuidad de sus enseñanzas.[1]
    La ley permaneció vigente por los tres mil años posteriores, ya que el Senado mantuvo su postura legal sobre los Sith a lo largo de la Gran Guerra Galáctica, la Guerra Fría, y las Nuevas Guerras Sith, todas luchadas en contra de varias organizaciones Sith.[3] Cerca del cierre de las Nuevas Guerras Sith, en un conflicto conocido como la Guerra de la Luz y la Oscuridad, el Ejército de la República comenzó a necesitar nuevos reclutas para continuar su lucha contra los Sith, que para el momento estaban organizados como la Hermandad de la Oscuridad. Los reclutadores de la República usaban la legislación anti-Sith de tres mil años atrás para justificar su lucha contra la Hermandad, así como para explicar la intervención de los Jedi en el conflicto.[1]
    Las Nuevas Guerras Sith, que se pelearon bajo los mandatos legales de la ley anti-Sith.
    Las Nuevas Guerras Sith y la Guerra de la Luz y la Oscuridad terminaron en el 1.000 ABY con la supuesta extinción de los Sith en la Séptima Batalla de Ruusan.[1] El comienzo de la paz en la República dio inicio a la Era Clásica, durante la cual la mayor parte de la galaxia se convenció de que los Sith jamás regresarían.[2] En algún momento antes del final de las Guerras Clónicas, la ley anti-Sth fue anulada de alguna manera, y la Constitución Galáctica que había sido promulgada por la República incluyó una resolución que prohibió específicamente la persecusión basada en creencias religiosas y filosóficas—lo que incluía las prácticas de los Sith.[4]

    ControversiaEditar sección

    «¡Usted es un Lord Sith!»
    «¿Lo soy? Aunque fuera cierto, difícilmente es un crimen. Mi creencia filosófica es un asunto personal. De hecho—si recuerdo bien la última vez que leí la Constitución—tenemos leyes muy estrictas contra este tipo de persecución. Así que vuelvo a preguntarle: ¿cuál es mi presunto crimen?»
    ―El Maestro Jedi Mace Windu y el Canciller Supremo Palpatine, en una grabación presentada al Senado el Día del Imperio, en 19 ABY[fuente]
    Aunque la ley permaneció vigente por al menos tres mil años, su mandato contra la creación de organizaciones Sith fue constantemente ignorado por las personas dedicadas a la filosofía Sith, lo que llevó a varios conflictos a escala galáctica entre la República y fraternidades establecidas ilegalmente.[3] A pesar de ser citada por el personal de la República como una motivación para las contiendas contra los Sith, no todos en la galaxia estaban convencidos de que la legislación justificaba la violencia. En el mundo de Apatros en los Territorios del Borde Exterior, los reclutadores de la República usaban tanto la ilegalidad de la Hermandad de la Oscuridad como la superioridad moral de la República al intentar validar sus cruzadas contra los Sith en las Nuevas Guerras Sith. Como lo explicó el minero Dessel de la Compañía Minera del Borde Exterior, la mayor parte del Borde Exterior estaba de acuerdo con la creencia Sith de que los fuertes debían gobernar a los débiles, ya que la vida en el Borde era mucho más dura que en los Mundos del Núcleo de la República. Dessel también estipulaba que si los Sith llegaran a estar a cargo de la galaxia, mantendrían una situación legal contra los Jedi similar a la de la República hacia los Sith.[1]
    Durante la era Clásica de la República la ley fue anulada de algún modo, ya que la ley republicana garantizaba la libre creencia religiosa e indicaba que toda clase persecusión ideológica era legalmente injustificable. A pesar de eso, la Orden Jedi mantenía su propia estancia legal contra los Sith, lo que usó el Canciller Supremo Palpatine—el alter ego del Lord Sith Darth Sidious—para vituperar a los Jedi durante su ascenso al poder como Emperador Galáctico.[4]

    Entre bastidoresEditar sección

    El proyecto de ley anti-Sith fue mencionado por primera vez en la novela de 2006 Darth Bane: Path of Destruction. El libro, escrito por Drew Karpyshyn, ha sido la única mención de la ley hasta la fecha.[1]
    En la novelización de la película de 2005 Star Wars Episodio III: La Venganza de los Sith, el Canciller Palpatine señala que la República tenía leyes estrictas contra el tipo de persecusión que delineaba la ley anti-Sith. Esto indica que el proyecto fue anulado por la ley republicana antes del 19 ABY, el año en que tiene lugar el libro.[4]

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